martes, 23 de marzo de 2010






La Secuencia Didáctica ¡Fuera de Aquí, Horrible Monstruo Verde! es un conjunto articulado y coherente de actividades en las cuales se tiene como propósito posicionar la escritura como objeto social en las prácticas lectoras y escritoras de los niños de los grados iniciales: preescolar y primero. La misma ha sido adelantada entró del Proyecto virtual renovación de la didáctica en el campo del lenguaje para el primer ciclo. Con el apoyo del Centro Regional para el Fomento del LIbro en América Latina, el Caribe, España y Portugal- CERLAC y la Secretaria de Educación del Distrito -S.E.D.

Esta propuesta fue diseñada por Rafael Quilaguy Bernal, Yudy Ximena Rivera Pulido e Ingrid Nathali Ordóñez Vega maestros de la SED con el acompañamiento de la tutora: Juliana Mejía Correa.

SECUENCIA DIDÁCTICA FUERA DE AQUI HORRIBLE MONSTRUO VERDE

Título de la Secuencia Didáctica: ¡Fuera De Aquí, Horrible Monstruo Verde!

Diseñada, implementada y sistematizada por: José Rafael Quilaguy Bernal; Yudy Ximena Rivera Pulido e Ingrid Nathali Ordóñez Vega

Con el acompañamiento permanente de la tutora: Juliana Mejía

La propuesta se implementó en los colegios Los Alpes Sede A jornada mañana grados preescolar y primero y José Joaquín Castro Martínez, Sede A Jornada Tarde grado primero, en la localidad San Cristóbal de la ciudad de Bogota.

Para mayor información sobre el curso escribir a cursolenguaje@cerlalc.org.

CONTEXTUALIZACIÓN

La población objetivo de esta secuencia didáctica son niños y niñas estudiantes de preescolar y grado primero distribuidos de la siguiente manera: un grupo de niños (22) de preescolar a cargo del profesor Rafael Quilaguy; un grupo de 1º (36) a cargo de la profesora Ingrid Nathalí Ordoñez Vega; y otro grupo de 1º (23) a cargo de la profesora Yudy Ximena Rivera Pulido. Estos grupos están ubicados en los colegios: Los Alpes Sede A jornada mañana (los dos primeros) y en el José Joaquín Castro Martínez, Sede A Jornada Tarde (él último). Los tres grupos mencionados se encuentran ubicados en la localidad San Cristóbal, de la ciudad de Bogota, y se caracterizan por:
• Edades comprendidas entre los 5 y 8 años.
• Son considerados como población flotante y vulnerable por sus características socio – económicas; adicionalmente, los niños y niñas evidencian carencias afectivas, maltrato infantil, situación de abandono, entre otras circunstancias que deterioran su calidad de vida.
• Respecto a la composición familiar se puede afirmar que un gran número de estudiantes proviene de familias mono – parentales y disfuncionales.
• La población pertenece a estratos socio – económicos bajos (1 y 2) y fundamentan su sustento en la economía informal.
• Existe un gran número de estudiantes afro – descendientes.
• Son estudiantes activos, con gran capacidad para imaginar y crear, y con capacidad de comunicarse con claridad, pero con un vocabulario limitado.
• Elaboran creaciones en las que expresan su sentir frente a un tema determinado, sin embargo el acceso a la cultura letrada es limitado y en ocasiones nulo para ellos.

PROBLEMÁTICA

LA ESCRITURA COMO UN OBJETO SOCIAL QUE SE APRENDE SOCIAL Y NO MECÁNICAMENTE.
La formación de lectores y escritores suele ser uno de los principales retos de la escuela, sin embargo, en torno al tema existen concepciones sumamente arraigadas en los actores (docentes y padres) de este escenario educativo, entre ellas el aprender mecánicamente el alfabeto antes que la función comunicativa de la escritura; la memorización de las sílabas en una secuencia en apariencia coherente (vocales,”m”, “p”, “n”…) que suele estar desligada de la cultura y es contraria al funcionamiento de la mente de los niños, mas ofrece la ilusión de avance para el docente que la ejecuta; y, finalmente, el entender las letras como un punto de llegada, pero no como el punto de culminación en la apropiación del código convencional de la escritura .
En la práctica de tales concepciones sobre el cómo enseñar a leer y escribir en los niños de los grados iniciales, suelen dejarse de lado preguntas de un valor importante que significan este proceso, por ejemplo: ¿Qué derroteros seguir para hacer la escritura necesaria ejerciéndola dentro de un grupo social, los niños en la escuela, propendiendo así por la construcción de ciudadanía? ó ¿De qué forma se dejan huellas importantes que permitan a un niño reconocerse como lector y escritor? Dichas preguntas adquieren relevancia, al entender a los niños como sujetos sociales y protagonistas de su proceso educativo.

Por lo anterior, la SECUENCIA DIDÁCTICA “¡FUERA DE AQUÍ, HORRIBLE MONSTRUOS VERDE!” se encuentra inscrita en la lógica de promover en el aula diferentes usos sociales de la escritura : la descripción, la información sobre un evento, la creación literaria, etc. Actividades en las que realmente la escritura circula y se vivencia, permiten efectuar acciones pedagógicas que tengan sentido para los niños.

OBJETIVOS DIDÁCTICOS Y DE FORMACIÓN

General

Promover en los niños la construcción de la cultura letrada teniendo como centro el aprendizaje y comprensión de la escritura desde la aproximación a un cuento y la escritura desde temas escriturales derivados de este.

Específicos

• Sensibilizar a los niños, a partir del desarrollo de una secuencia didáctica, sobre la necesidad de escribir con diferentes intencionalidades: expresar, explicar, tabular, crear, invitar, etc.
• Generar, al interior de los grupos con los que se realiza la secuencia didáctica, la necesidad de hacer intertextualidad al leer y escribir, tejiendo: cuentos, las creaciones de los niños y textos de los maestros.
• Resaltar la importancia del uso social de la escritura y la necesidad de volver sobre la misma para fortalecer lo que se quiere expresar o narrar.
• Evidenciar la diversidad en el aula por medio del reconocimiento de diferentes escrituras de los niños de un mismo grupo.

REFERENTES CONCEPTUALES

Educar a los niños como escritores , conlleva a propiciar ambientes en los que exista el encuentro con la escritura en contextos comunicativos completos, de interacción sobre “objetos” con sentido colectivo, donde realmente se tejen relaciones complejas que tienen como eje lo que se lee y la escritura propia con relación a una necesidad creada. Existiendo, por ende, una construcción colectiva en la cual la escritura habita dentro de una microsociedad (los niños en el aula) siendo, los participantes de la misma, sujetos comprometidos (identificados) con un “algo” que los motiva a expresar, argumentar y crear una voz propia a través de lo escrito.

La secuencia didáctica con relación a la construcción de escritores cobra especial importancia, cuando se espera aprender desde textos con significados completos y dentro de los hechos del acontecer del aula, que traen a la literatura infantil como invitada central. El papel del maestro es entonces, realizar acciones que propicien la creación de una necesidad: el comunicarse desde la escritura. Solo así, es posible que los niños se focalicen en descifrar cómo funciona la escritura y en querer apropiarla para expresar sus reflexiones o argumentos.

Desde los planteamientos de Bettelheim “una vez las presiones externas dominan al niño… la única manera en que puede esperar vencerlas es la externalización”, una forma de Externalización es la escritura. Por esta misma razón la secuencia pretende abordar el tema de los monstruos, para que los niños “saquen desde la escritura” sus sentires sobre este aspecto y lo vuelvan motivo de escritura y creación propia fruto de una interacción.

Estar en frente de tal necesidad, conduce al maestro a gestar diferentes tipos de estrategias pedagógicas en las que el niño empieza a escribir guiado por textos funcionales, por ejemplo, en la presente secuencia didáctica no se puede dejar de lado que los niños identifican formulas de apertura y de cierre en la construcción de cuentos. En el transcurso de la interacción social, tales formulas se van complejizando y apropiando otros elementos y conceptos, que transforman y fortalecen un discurso y una voz propia, única. Las formulas del cuento ¡Fuera de Aquí Horrible Monstruo Verde! a diferencia de “Había una vez…” o “Colirín colorado…” son contrarias, construyen las partes del cuento desde otros logares: al inició “Horrible monstruo verde…” y, al final,“¡Y NO VUELVAS MAS! hasta que yo diga.

Por la general al aprendizaje de la escritura se le ha caracterizado como un proceso complejo. Tal aprendizaje posee muchas variables, cada una de ellas ligadas a circunstancias particulares de los niños, la participación en la cultura letrada, los procesos de pensamiento, la calidad de los procesos pedagógicos del aula.

Los últimos treinta años han marcado rumbos importantes en la comprensión del aprendizaje de la escritura, las reflexiones desde las investigaciones de Ferreiro y Teberosky, tomando como marco de referencia los principios de la teoría de Piaget (psicogénesis o epistemología genética), han sido un excelente medio para comprender los niños y el cómo conocen desde una perspectiva nueva y divergente de las concepciones dónde él sólo es un receptor pasivo de conocimiento. Tal elemento ha resignificado la pedagogía, e incluso se ha vuelto un pilar para la concepción de modelo pedagógico constructivista.

Las reflexiones que subyacen las investigaciones en mención no son de orden pedagógico, pero conllevan a entender los sistemas de ideas que los niños tienen en torno a la escritura como objeto social. Dicha comprensión particular, de cada niño, se vuelve objeto de trabajo de la pedagogía cuando asume un punto de vista constructivista y entiende a esta (la comprensión) como una forma de aproximación que tiene un sujeto particular (niño), y que para ser “transformada” requiriendo una intervención específica en el terreno de lo pedagógico.

Como en cualquier otro proceso de adquisición conocimiento, los niños requieren asimilar la información suministrada por el medio ambiente, la escritura existente en su entorno; cuando esta es imposible de asimilar, suele ser rechazada. Los niños experimentan con este objeto social (el sistema de escritura) para poner a prueba sus hipótesis, pidiendo información e intentando otorgar sentido a los datos recolectados.

En la búsqueda de coherencia los niños crean pequeños esquemas que les permiten la asimilación de objetos conceptuales. Cuando esta información asimilada no encaja en el esquema conceptual del niño, él se ve avocado a transformarlo, a cambiarlo, llegando a un nuevo esquema conceptual que no invalida la nueva información.

Sobre esta base se puede concluir que el proceso de comprensión y uso del sistema de escritura tiene muchos altibajos. En esta lógica (Ferreiro, 1986) tal proceso posee tres grandes niveles de desarrollo, cada uno con varias subdivisiones, estos grandes niveles servirán para valorar las producciones escriturales de los niños en el desarrollo de la presente secuencia didáctica:

Primer nivel: La consolidación de criterios que permitan diferenciar el dibujo del sistema de escritura. Los niños exploran los efectos de las líneas o trazos y su organización. Llegando a diferenciar las curvas existentes en el dibujo y en el sistema de escritura; identificando que en el primero, son diferentes las curvas con relación al segundo y que las formas de las letras no tienen relación alguna con la forma de los objetos que designan. Es decir, la distinción de lo icónico (el dibujo) y lo no- icónico (las letras).

La distinción entre lo icónico y no- icónico implica, además, la construcción de relaciones que existen entre el dibujo y la grafía, entender que no siempre la grafía designa adecuadamente el dibujo conlleva a comprensiones del sistema de escritura, encontrando límites al dibujo. Por ejemplo, que en ocasiones no tiene la capacidad de representar el nombre.

La comprensión de la linealidad de la escritura, así como su arbitrariedad son otros de los descubrimientos realizados por los niños en este primer nivel pese a que no existan formas convencionales de las letras. En el marco de esta comprensión los niños suelen indagar alrededor del cómo esta linealidad les sirve para designar los nombres de los objetos, enfrentándose a las preguntas sobre cómo organizar las letras para que sean “capaces de decir algo” o “ser legibles”.

En esta indagación, los niños toman dos direcciones: cualitativa (condiciones que necesita un grupo de letras para “decir algo”) y cuantitativa: (número de letras necesario para “decir algo”).

Segundo nivel El control progresivo de las variaciones cualitativas y cuantitativas, llevando a la diferenciación entre escrituras. Los niños buscan en las cadenas escritas explicaciones a las diferencias que les permitan justificar interpretaciones no compatibles. Por tal motivo requieren de diferencias gráficas que les permitan descifrar sus inquietudes, identifican, adicionalmente, que dos cadenas de letras no pueden decir nombres diferentes cuando son similares; les preocupa el por qué los adultos requieren, en ocasiones, pocas ó muchas letras para escribir. En este momento la exploración por el sonido y la grafía suele ser poco explorada, ya que la preocupación central se encuentra en el significado y el significante.
Tal exploración es dependiente del repertorio de formas gráficas con las que cuenta el niño, variando entre su uso y posición. En ocasiones las exploraciones cuantitativas y cualitativas suelen ser simultáneas.

Tercer nivel. La “fonetización” de la representación escrita. En este nivel los niños construyen tres hipótesis: silábica, silábico-alfabética y alfabética. En este momento ellos, luego de una gran de cantidad de información recibida en el ambiente, comienzan a buscar la racionalidad específica sobre el por qué para escribir algo requieren de una determinada cantidad de letras y no de otras. Caso similar ocurre con el orden de las letras, siendo un control objetivo a las variaciones que el niño no podía descifrar en el nivel anterior.

La hipótesis silábica resuelve un problema muy importante: “la relación entre el todo y las partes”, pero no es completamente satisfactoria. Los niños entonces buscan otras respuestas llegando a la hipótesis silábico- alfabética, ocupando con algunas letras el lugar de las sílabas y con otras, las unidades sonoras menores. Finalmente, en la hipótesis alfabética los niños comprenden que la similitud sonora implica similitud de letras, y que las diferencias sonoras suponen letras diferentes.

Este aprendizaje no culmina en este tercer nivel, conduce a otros nuevos recorridos acerca de la escritura.

La escritura como proceso

A la luz de la construcción de los cuentos para la exposición ¡Fuera de aquí horribles monstruos! se ha decidido tomar algunas ideas referentes a la escritura como un proceso, siendo un elemento a tener en cuenta en la construcción de algunas sesiones de la Secuencia Didáctica.

Para conceptuar la escritura como proceso se retoma lo planteado por Cuervo y Flórez (2005) quienes manifiestan que “la escritura ha sido explicada por los modelos cognitivos contemporáneos. Estos dan cuenta de las operaciones mentales que ocurren cuando las personas escriben de manera competente”. Según estos modelos cognitivos, la escritura es una habilidad compleja que involucra múltiples operaciones de alto nivel (componer, pensar, decidir, crear) y bajo nivel (ortografía, puntuación, caligrafía, corrección de estilo), que a la vez hacen exigencias simultáneas al escritor.

Así mismo, la escritura se desarrolla en varios subprocesos: planeación, transcripción, revisión y edición. La planeación supone una toma de decisiones con respecto al tema sobre el cual se va a escribir, el propósito del texto, la audiencia a quien es dirigido, las fuentes de información a consultar, la longitud y diseño del texto a escribir (Cuervo y Flórez, 2005). Planear el texto significa hacer una proyección y guía del texto a escribir. Este subproceso encuentra soporte en el modelo teórico de Flower y Hayes (1980) (citados por Cassany, 1994), el cual afirma que la planeación, o “el hacer planes” implica hacer una representación mental, más o menos completa y esquemática de lo que se quiere escribir y de cómo hacerlo e incluye tareas de generación, organización y formulación de objetivos.

“El subproceso de transcribir o traducir un texto tiene que ver con el acto mismo de escribir sobre el papel o en el computador cuando las palabras fluyen de la punta del lápiz o de la yema de los dedos” (Cuervo y Flórez, 2005). La transcripción implica escribir un texto organizado lógicamente y que sea inteligible para el lector. El producto de este subproceso es denominado primera versión, de la cual surgieran posteriores versiones según la revisión que se haga de la misma. De la misma forma el modelo de Flower y Hayes (1980) plantea como subproceso el redactar cómo la transformación de la planeación en un “discurso verbal lineal e inteligible, que respete las reglas del sistema de la lengua, las propiedades del texto y las convenciones socio-culturales establecidas”.

La revisión tiene que ver con “el perfeccionamiento sucesivo de la primera versión [...]” (Cuervo y Flórez, 2005). La revisión evalúa la lógica o secuencia de ideas en el texto, la precisión de significados, el vocabulario utilizado, el desarrollo del propósito, la congruencia entre el texto y su audiencia, entre otros factores; en el modelo de Flower y Hayes (1994), en la revisión “el autor compara el escrito realizado en aquel momento con los objetivos planificados previamente y lo retoca para adaptarse a ellos y para mejorarlo” (Cassany, 1994) lo que implica leer y rehacer el texto para modificar todo lo que sea necesario.
Finalmente, la edición tiene que ver con tareas más automáticas, “relacionadas con las convenciones formales como ortografía, incorrecciones del lenguaje, el uso de mayúsculas, los tiempos verbales, la puntuación o la selección de vocabulario entre otras” (Cuervo y Flórez, 2005).

RESULTADOS ESPERADOS

Sistematización de las actividades realizadas , evidenciando los procesos pedagógicos y de conocimiento de los participantes en el desarrollo de la secuencia didáctica, ofreciendo una reflexión organizada, que evidencie la forma como los niños se reconocen como lectores y escritores. Teniendo como horizonte los usos sociales de la escritura vivenciados por los niños en las 16 sesiones de la secuencia didáctica.

• Compilación y organización de lo escrito tanto a nivel individual como colectivo, evidenciando el proceso, desde un análisis que signifique los textos como parte de una construcción social en el aula.

• Registro audiovisual de la lectura del cuento ¡Fuera de aquí, horrible monstruo verde! Posterior a ello la selección grupal de tres cuentos referentes a monstruos, construyendo y registrando con los niños criterios colectivos para la elección, además de la realización de un cuadro comparativo de los monstruos elegidos, y adicionalmente el monstruos verde.

• Seguimiento a los procesos de los niños en la apropiación del Código convencional de la escritura, rastreando aprendizajes e hipótesis escritúrales, además de efectuar una valoración a sus producciones.

• Compendio de los cuentos escritos por los niños, con apoyo de sus docentes y padres, cada niño creará un libro que tenga un diseño especial, bien sea por su forma y/o colorido que apoye la creación escritura del niño.

• Libro de monstruos, con las imágenes de cada uno de los monstruos diseñados por cada niño, su autor, técnica de realización y su respectivo
nombre.

DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DE LA PROPUESTA DESARROLLADA

La secuencia didáctica se encuentra enfocada a la formación de escritores desde los primeros grados. Por tal motivo se centra en abordar la pregunta ¿qué se entiende por escribir en los primeros grados de escolarización y cuáles son los procesos que aportan al aprendizaje significativo de la escritura? Frente a esta pregunta existen diversas posturas: conceptuales, metodológicas, didácticas e incluso referentes al tipo de letra más adecuado para enseñar a leer y escribir .Las posturas mencionadas residen en los imaginarios sociales de lo enseñable y lo aprensible, que indudablemente conllevan a una imagen de niño, con la cual todo maestro entra al aula y “actúa”, es decir, es su contexto paradigmático.
Los métodos de aprendizaje de la lectura y la escritura son derivados del enfoque o concepción pedagógica del maestro. En el medio educativo, la pregunta por los métodos genera tensiones y divergencias en los educadores, sobretodo cuando se indaga por su efectividad. Los métodos se clasifican en dos grandes grupos: los de marcha sintética y marcha analítica. Los primeros, acentúan el trabajo pedagógico en la decodificación y ofrecen las letras como aparente secuencia organizada; los segundos por su parte, en la comprensión y apropiación de la escritura dentro de un todo que va siendo objeto de análisis, comprensión y dominio del niño. En los métodos de marcha analítica los docentes, se preocupan por diseñar e innovar con propuestas acordes a las necesidades de los niños y niñas, en respuesta a sus diferentes ritmos de aprendizaje, desde tal perspectiva los maestros participantes de esta Secuencia Didáctica se plantean la enseñanza de la escritura.
Pero ¿qué se entiende por escritura?La escritura se caracteriza como un proceso complejo, podría decirse que es donde se pone en evidencia la capacidad de lectura siendo un proceso diferenciado de la misma. La razón anterior ha ocasionado que el binomio lecto-escritura, se haya puesto en cuestionamiento y, hoy por hoy, algunos maestros hagan referencia a lectura y escritura como dos procesos complementarios pero que tienen conexiones con los procesos de pensamiento de los niños, incluyendo la oralidad y la escucha. En tal conexión es difícil precisar cuando un proceso es instrumento para posibilitar otro, por ejemplo: Al escuchar asertivamente se logra adquirir sentido en la escritura futura; de otro lado, la escritura puede ser un medio para cualificar la escucha o para enriquecer los diálogos cotidianos de los niños.Escribir es una manifestación secuencial y lógica de la confluencia de procesos de construcción de representaciones del mundo en el niño, evidencia que se ha instalado el lenguaje en la “psiquis” y cómo las palabras dan sentido y significado al yo, a los otros y al entorno dentro de una cultura.
La confluencia de representaciones tiene varios ámbitos que conectan la escritura con el dibujo, la existencia de lenguajes significativos e iconos y finalmente, con las hipótesis escritúrales que un niño se plantea a medida que realiza sus exploraciones con la escritura en los intentos de manifestar o expresar es decir, cuando hace (desde el acompañamiento del maestro) metacognición sobre lo que está intentando comprender para aprenderlo significativamente.La construcción de espacios en los cuales los niños sean consientes de su derecho a escribir, y por este mismo hecho, protagonistas centrales de sus aprendizajes, es sin lugar a dudas, uno de los retos más importantes de la escuela. Implica que los niños participen en el proceso de socialización secundaria (el de la escuela) inscritos en los usos sociales del lenguaje, no solo el escrito sino también el oral; por ello es tan importante que las acciones que realizan los maestros sean dirigidas a hacer de los niños y niñas sujetos sociales, participantes y demócratas.
Todo lo anterior en un escenario en el que leer y escribir tiene sentido comunicativo y utilidad, siendo valioso para los niños realizar actividades que propendan por su reconocimiento como sujetos, expresando e identificando lo que ellos sienten, es decir comunicándose.
La Secuencia Didáctica, tiene como propósito principal propiciar la escritura en los niños sin dejar de lado la lectura y oralidad, son procesos implícitos y necesarios para llegar a la construcción del lenguaje escrito. Para el desarrollo de la presente secuencia didáctica se tendrá como punto de partida el cuento ¡Fuera de aquí, horrible monstruo, verde! de ED Emberly, para promover en las actividades del aula procesos de intertextualidad en las escrituras que realicen los niños.
La secuencia didáctica se halla estructurada en tres fases que consolidan un proceso de interacción social y cultural de los niños. Tales fases se estructuran estructuradas de la siguiente forma:

FASE 1: Lectura de cuento: ¡Fuera de aquí, horrible Monstruo, verde! (Sesiones 1-4)

En esta fase se realizará un preámbulo que motive el interés para la lectura del cuento ¡Fuera de aquí, horrible Monstruo verde! Para ello se espera que el maestro escriba con el propósito de crear expectativa en sus estudiantes. Haciendo este ejercicio de escritura y lectura pública es necesario que los maestros ubiquen con claridad el sentido de su comunicación escrita y la signifiquen con sus niños. En un segundo momento, y fruto de una construcción colectiva, se realizará un listado de monstruos para ubicar los saberes de los niños. Como un tercer paso se solicitará a los niños que imaginen el Monstruo Verde plasmándolo en un dibujo y escriban cómo les sea posible sobre el mismo. Finalmente, y luego de una campaña de expectativa, se realizará la lectura del cuento.

FASE 2: Realización de diferentes escrituras espontáneas. (Sesiones 5-10)

En esta fase se realizarán escrituras espontáneas, identificando los aspectos relevantes para los niños durante y culminada la lectura del cuento. Posteriormente se realizará un cuadro sobre el cómo los niños se imaginaban al Monstruo Verde, comparando el dibujo y escritura previa elaborada por los niños en la sesión 3. Tomando como referencia el listado de monstruos realizado en la fase anterior, el maestro apoyará al grupo de niños en la selección de un cuento de monstruos, como existen tres grupos participantes cada grupo seleccionará cuento y le comunicará el nombre del cuento elegido por escrito, De esta forma se tendrán tres cuentos para realizar la secuencia. Los cuentos de monstruos tendrán una lectura inicial y posteriormente una relectura por separado, en cada sesión los niños realizarán escrituras espontáneas, en torno a la pregunta: ¿Cómo podríamos escribir ese cuento para decirle a ese monstruo “FUERA DE AQUÍ”?, los escritos de los niños que tendrán una respectiva transcripción por parte del docente, estas escrituras serán guardadas por el docente.

FASE 3: Revisión, diseño de cuentos realizados por los niños, Exposición ¡“FUERA DE AQUÍ HORRIBLES MONSTRUOS! (Sesiones 11-16)

Luego de la realización de las relecturas de los cuentos y sus respectivas escrituras espontáneas sobre la pregunta ¿Cómo podríamos escribir ese cuento para decirle a ese monstruo “FUERA DE AQUÍ”? Se seleccionará un escrito por niño para que sea perfeccionado en un cuento propio; en esta actividad se contará con el apoyo de las familias de los niños. Luego se diseñará una exposición de cuentos y el diseño de una galería de Monstruos. Finalmente se realizará una colectiva valoración del proceso.

FASE 1: Lectura de cuento: ¡Fuera de aquí, horrible Monstruo, verde! (Sesiones 1-4)



Sesión 1: Hacer un uso social de la escritura reconociendo al maestro como escritor y lector de sus propios textos. Sensibilizar al grupo de niños alrededor del miedo y los Monstruos. Mostrar a los niños que la tarea de escribir es importante y que incluso el profesor (a quien consideran que todo lo sabe) es un modelo escritor. Realización de un preámbulo para la presentación y lectura del Cuento, desde una ambientación escrita diseñada por el profesor y leída públicamente a los niños. En ellas el maestro escribirá sobre los miedos que tiene y comentará a la clase que les va a presentar un monstruo verde.

Sesión 2: Comprender la utilidad de la escritura para efectuar registros o inventarios. Identificar los principales monstruos que conocen los niños. El maestro invitara a los niños a elaborar un listado de monstruos conocidos por los ellos, les solicitará una descripción y caracterización de cada uno de ellos. En el transcurso de la sesión ira consignando lo dicho por los niños. Esta actividad puede ser enriquecida por dibujos de los niños.

Sesión 3: Uso de la escritura para imaginar o plantear hipótesis, entorno a algo que se quiere conocer, el monstruos verde. Crear expectativa en el grupo con relación al Monstruo Verde. Anuncio del día de la llegada del Monstruo Verde. Afiche elaborado por el maestro relacionado con el monstruo verde y su llegada próxima al curso.
Se les solicitará a los estudiantes la creación de su propio monstruo verde bajo la siguiente consigna: Niños ustedes van a imaginar cómo creen que es el terrible monstruo verde y luego lo vamos a dibujar en las hojitas blancas. Luego lo vamos a marcar con nuestro nombre y lo guardamos para cuando él venga lo podamos comparar.

Sesión 4: Escuchar de un cuento que promueva la construcción de nuevas escrituras en los niños. Familiarizar a los niños con el cuento. Lectura del cuento ¡Fuera de aquí, horrible Monstruo, Verde! recogiendo el ambiente previo de sensibilización realizando primero una observación grupal y luego una lectura a viva voz por parte del maestro. Al finalizar la lectura se le entregará a cada niño una fotocopia con el dibujo del monstruo verde para que cada niño la pueda colorear según lo observado en la presentación.

FASE 2: Lecturas de monstruos para escribir sobre monstruos

Esta fase fue una exploración de diferentes cuentos de monstruos. Apoyada en diferentes usos de la escritura: la lista la comparación; tabulación; etc se pretendió el centrar en interés de los niños para que por medio de interacciones dirigidas edificaran sentido en la escritura propia de su propio cuento.
Sesión 5:
Motivar a los niños a escribir desde la pregunta ¿Qué te gustó del cuento? Manifestándoles que lo realicen como puedan, como quieren. Acompañar las escritura espontáneas de los niños solicitándoles que lean lo escrito. El maestro, luego de la lectura, escribirá convencionalmente lo que el niño ha escrito inicialmente y realizará explicaciones dependiendo de lo que escriba cada niño.
Sesión 6
El maestro invitará a los niños a realizar colectivamente un cuadro comparativo del Monstruo que se imaginaron los niños y el que apareció en el cuento. Este cuadro puede ser consignado en carpetas individuales con los demás trabajos realizados durante la secuencia didáctica además, en carteles dentro del salón.Contraste de expectativas alrededor de cómo se imaginaban los niños el monstruo verde y al cómo resultó siendo realmente. Se tomarán en cuenta los dibujos hechos previamente por los niños para fundamentar sus puntos de vista. El cuadro comparará todas las facciones observadas en los dibujos y los estudiantes irán mencionando las similitudes y diferencias para que el profesor las vaya consignando en el tablero. Se organizarán y luego se les solicitará a los niños que transcriban el mismo cuadro.
Sesión 7
Selección y lectura de (3) cuentos relacionados con monstruos tomando como referente la lista de los Monstruos, hecha inicialmente con el grupo.[1]
Sesión 8
El maestro volverá a leer uno de los cuentos seleccionará colectivamente con los niños los motivos por el que ese cuento fue elegido, para ello puede respaldarse en las comunicaciones escritas que dan cuenta de su elección.Luego de ello se leerá el cuento y se procederá con la realización de escrituras espontáneas, con relación a una pregunta: ¿Cómo podríamos escribir ese cuento para decirle a ese monstruo “FUERA DE AQUÍ”?
Sesión 9
El maestro volverá a leer uno de los cuentos seleccionará colectivamente con los niños los motivos por el que ese cuento fue elegido, para ello puede respaldarse en las comunicaciones escritas que dan cuenta de su elección.Luego de ello se leerá el cuento y se procederá con la realización de escrituras espontáneas, con relación a una pregunta: ¿Cómo podríamos escribir ese cuento para decirle a ese monstruo “FUERA DE AQUÍ”?
Sesión 10
El maestro volverá a leer uno de los cuentos seleccionará colectivamente con los niños los motivos por el que ese cuento fue elegido, para ello puede respaldarse en las comunicaciones escritas que dan cuenta de su elección.Luego de ello se leerá el cuento y se procederá con la realización de escrituras espontáneas, con relación a una pregunta: ¿Cómo podríamos escribir ese cuento para decirle a ese monstruo “FUERA DE AQUÍ”?






[1] Los cuentos seleccionados para esta actividad, intentaran manejar diferentes arquetipos de monstruos. Se entiende como arquetipo: Modelo, tipo ideal: ella es el arquetipo de la mujer moderna. Modelo original y primario en un arte u otra cosa: Celestina es el arquetipo de la alcahueta. http://www.wordreference.com/definicion/arquetipo.

FASE 3: Escribiendo nuestros cuentos de monstruos

Luego de la realización de lecturas de cuentos relacionados con monstruos, los niños escribieron sus propios cuentos, siendo acompañados por el maestro para una mayor hilaridad y diseño de los mismos. Esta secuencia concluye con una socialización de los cuentos escritos por los niños. En el siguiente enlace pueden leerse los cuentos creados por los niños.

Sesión 11

El maestro invitará a cada uno de los niños a que revisen sus escritos realizados, con el objetivo de escoger uno para escribirlo de una forma más bonita.

Sesión 12

Luego de revisar con los niños el escrito que ellos desean “escribir mejor” se procederá a invitarlo que lo organice en un tipo de libro con un diseño único, con dibujos y colorido. Los niños pasaran sus escritos a la escritura convencional. Las familias apoyaran con el diseño de estos escritos.


Sesión 13

Planeación colectiva y construcción de funciones para la exposición de los cuentos. galería de Monstruo: esta planeación se desarrollará de la siguiente manera
Cada estudiante modelara en plastilina uno de los monstruo vistos.
En una hoja de papel escribirá las características de su monstruo.Los cuentos elaborados serán empastados y ubicados en una repisa para que los visitantes a la galería los puedan leer.


Sesión 14

Realización de la Exposición de los cuentos “¡Fuera de Aquí Horribles Monstruos!Elaboración de las presentaciones de los cuentos.

Sesión 15

Realizar la apertura de la galería de monstruos, buscando que cada niño promueva su escrito y apoye en la presentación del mismo a los asistentes.

Sesión 16

Se consolidará un clima de valoración de las actividades realizadas por los niños a mode de evaluación final.Realizar escrituras espontáneas de cierre del proceso de la elaboración de la exposición de Monstruos.


lunes, 22 de marzo de 2010

ANÁLISIS DE LA SECUENCIA


Para el análisis de la secuencia didáctica ¡Fuera de Aquí, Horrible Monstruo Verde! (FAHMV), se tienen en cuenta algunos elementos conceptuales que caracterizan la escritura dentro de una imagen de niño como lector y escritor. El presente documento de análisis de la secuencia didáctica se halla dividido en tres partes: la primera de ellas ofrece una reflexión sobre los tópicos básicos abordados en el planteamiento inicial de la secuencia; en segundo lugar, derivado del punto anterior, la construcción de tres categorías que serán objeto de análisis en la información recolectada en la secuencia: la didáctica del lenguaje, la interacción social y la construcción de sentido; finalmente, el análisis de la secuencia se presenta desde la tres sesiones que la componían: Lectura de cuento ¡Fuera de aquí, horrible Monstruo, verde!; Realización de diferentes escrituras espontáneas; y Revisión, diseño de cuentos realizados por los niños, exposición.


Para apoyar el trabajo analítico de la secuencia se mencionarán algunos materiales que son evidencia del proceso ejecutado y, que además, fortalecerán el blog diseñado para la secuencia didáctica. Estos han sido tomados de las actividades realizadas por el maestro Rafael Quilaguy del grado preescolar 03 del Colegio Los Alpes Sede A, para la publicación de los materiales se cuenta con la autorización de los padres de los niños que participaron en ella.
relacionadas con la escritura en la que era necesaria.



Fase 1 Lectura de cuento ¡Fuera de aquí, horrible Monstruo, verde!






En esta fase se realizó un preámbulo que motivó el interés para la lectura del cuento ¡Fuera de aquí, horrible Monstruo verde! El maestro creó expectativa desde mensajes escritos para hacer llamativa la lectura colectiva del cuento para los niños y niñas que sería la base de las siguientes sesiones de la secuencia.

Ver Tabla de análisis fase 1


FASE 2: Lecturas de monstruos para escribir sobre monstruos



Esta fase fue una exploración de diferentes cuentos de monstruos. Apoyada en diferentes usos de la escritura: la lista la comparación; tabulación; etc se pretendió el centrar en interés de los niños para que por medio de interacciones dirigidas edificaran sentido en la escritura propia de su propio cuento.



Ver Tabla de análisis Fase 2


FASE 3: Escribiendo nuestros cuentos de monstruos

Luego de la realización de lecturas de cuentos relacionados con monstruos, los niños escribieron sus propios cuentos, siendo acompañados por el maestro para una mayor hilaridad y diseño de los mismos. Esta secuencia concluye con una socialización de los cuentos escritos por los niños.

Luego de la realización de lecturas de cuentos relacionados con monstruos, los niños escribieron sus propios cuentos, siendo acompañados por el maestro para una mayor hilaridad y diseño de los mismos. Esta secuencia concluye con una socialización de los cuentos escritos por los niños.

Ver Tabla de análisis Fase 3

Conclusiones

El constructivismo aporta dos significados centrales a los sistemas educativos, primero, entiende el conocimiento como proceso y producción social; segundo, y en concordancia con lo anterior, permite el desarrollo de enfoques, aplicaciones didácticas y concepciones curriculares nuevas (Miranda, 2004). La secuencia didáctica abordada tuvo en cuenta una mirada constructivista en torno al niño como lector y escritor, habitante en contextos de significado, tiene presente una de la adquisición de nuevo conocimiento, en el cual se diseña un entorno que motiva, posee finalidad y permite el desarrollo de operaciones simbólicas en los estudiantes. La secuencia tiene presente de una imagen de niño que tienen ideas, pero que requiere de un adulto que le permita enfocarlas de forma tal que dentro de la dimensión del lenguaje, tanto el uno como el otro sean actores del mismo.

Desde el proceso realizado con la sistematización se presentan a continuación algunas ideas con el fin concluir la segunda Fase del Curso Didáctica del lenguaje. Para tal efecto se abordan los siguientes tópicos:

Desde el trabajo pedagógico en red

Es necesario hacer más contemporánea la visión de un nuevo tipo de escuela de cara a las necesidades del mundo globalizado, el trabajo con otros educadores que poseen un interés similar al nuestro, evidencia que los nuevos tipos de encuentro (la virtualidad) son valiosos para los tipos de competencias educativas en las que se deben formar los estudiantes en el mundo globalizado. En tal sentido la armonización de tiempos y lenguajes, además del trabajo asincrónico pero focalizado en fines comunes, lleva a pensar en un paradigma nuevo que emerge para significar la práctica de los educadores en las sociedades posindustriales. Deben tenerse presentes algunas pistas para caminar de una mejor forma en esta dirección:

§ Es importante el manejo de categorías similares con el fin de fundamentar los ejercicios didácticos y de construcción de lenguaje en el aula.

§ Incursionar en nuevas prácticas requieren cambios de concepciones educativas e imaginarios de niño o niña, que impiden dinámicas de lenguaje más completas en las que los niños tengan una interacción fluida y real como lectores y escritores; en tal sentido el trabajo en red es de valiosa importancia.

Sobre la didáctica del lenguaje

En la didáctica del lenguaje existe un eje central la escritura como objeto de conocimiento de relación profunda con la dimensión social de la vida escolar. Es por ello que el diseño de actividades no puede dejar de lado la realidad del niño como lector y escritor; realidad que existe para el niño en la medida que se le facilite y promueva como un hecho real o no ficticio.

Circular alrededor del niño diferentes escritos indiscutiblemente lo llevan a interactuar con sentidos de otros escritores que le posibilitan ser creativo en sus propias escrituras. Aproximarlo a la versión social conlleva a edificar actividades que tienen un valor pedagógico centrado en la comunicación y no en el código o sus aspectos técnicos. La versión social lleva además consigo diverso momentos en los que se emplea la lectura y la escritura, así se considere que posiblemente solo se este abordando literatura infantil: La carta; el letrero; los listados; etc.

Reformular ideas previas hace importante la elaboración escrita de las prácticas educativas y de lectura y escritura de los niños y las niñas, para evidenciar las transformaciones y sus razones pedagógicas para acomodarlas a la cotidianidad de la escuela.

Interacciones

La integración de saberes es pausible en la secuencia didáctica, por esa misma razón, tal controvierte las posturas tradicionales de la escuela en las que se intenta fragmentar lo que aprenden los niños, destinando momentos para algunos aprendizajes particulares y sectorizados. La interacción es la base de las experiencias pero incluso el desarrollo de la “acción” para el aprendizaje atiende a los principios constructivistas, Martínez (1999) citado por Miranda (2004, pp.6) dice que:
En la acción dirigida a metas y mediada por instrumentos, se reflejan las funciones psicológicas y las relaciones existentes entre ellas. Se expresan los signos, los significados y encontramos otras manifestaciones semióticas. Además, la acción dirigida a metas implica al individuo en comunicación con otros agentes de su medio.
La interacción permite la edificación la semiótica en la cual existe por parte de los niños aproximación de los objetos de saber (en este caso la escritura) y que incluso desde ella se hace evidente el tipo de saber de cada niño respecto al objeto de conocimiento escritura.

Sentido

Alrededor de la construcción de sentido vale la pena mencionar tres aspectos fundamentales con los que esta secuencia hace evidente que los niños aprenden de una forma mejor y diferente, a comparación de prácticas centradas en lo grafomotriz. El primero, de ellos es la variedad de escrituras de los cuentos construidos por los niños, evidenciando que la misma toma diferentes curso, mostrando diversos tipos de pensamiento y creatividad. El segundo, el reflejo del conjunto de interacciones con la variedad de textos evidencia diversidad de operaciones mentales realizadas por los niños, variaciones, hipótesis, ideas previas, etc. vestigio de su papel como interlocutores de su aprendizaje. Finalmente, el hecho de ser reconocido y no masificado hace que el niño sea consciente de su escritura, la que incluso le da una identidad propia y rol ciudadano.

domingo, 21 de marzo de 2010

¿QUÉ ES SISTEMATIZAR Y PARA QUÉ SE SISTEMATIZA?

¿QUÉ ES SISTEMATIZAR Y PARA QUÉ SE SISTEMATIZA?[1]
El diálogo entre universidad y escuela de cara a la sistematización

El enfoque de sistematización como investigación en colaboración que orienta este proyecto parte de la idea que los investigadores universitarios, entendidos como los sujetos que tienen una responsabilidad social, y una dedicación intensiva a la actividad investigativa, por su rol y su lugar institucional, así como por sus vínculos con la comunidad académica de un campo disciplinar particular, realizan investigación conjunta con docentes de aula, cuyos tiempos de dedicación a la investigación y sus roles institucionales son más limitados, sin que esto signifique un déficit o una subordinación intelectual y sin que signifique una asimetría intelectual.

En esta perspectiva, los saberes y prácticas del docente de educación básica tienen un valor y un lugar igualmente válidos que aquellos de quienes provienen del ámbito universitario. Pero no se trata de una posición demagógica, pues uno de los elementos claves de la sistematización como investigación, en una perspectiva interpretativa no causal, no lineal, la constituye el reconocimiento de las diferentes voces constitutivas de las prácticas, pero no sólo como fuentes de información, sino como sujetos de análisis y como productoras de interpretaciones resultantes del diálogo con otras voces, en este caso de los miembros de un grupo de investigación de la universidad.

En otras palabras, se trata de juntar trayectorias diversas, alrededor de propósitos comunes, en este caso, sistematizar las experiencias destacadas en el campo de la pedagogía y la didáctica del lenguaje. Se trata, igualmente, de articular experiencias de diverso tipo (la experiencia de las aulas de educación básica, más la reflexión sobre esa experiencia, más la experiencia de reflexión sistemática sobre un objeto de indagación, propia de un grupo de investigación) frente al reto común de construir alternativas consistentes para transformar, en y desde las aulas, prácticas de lectura, oralidad y escritura que promuevan, además del gusto por leer, hablar y escribir, la construcción de condiciones para la participación y el ejercicio de la ciudadanía, que a nuestro juicio es un horizonte central del trabajo sobre el lenguaje en la escuela.

De otro lado, cabe señalar que la propuesta de sistematización se orienta hacia una posición sobre la investigación en colaboración de carácter reflexivo, cuyo objeto es la propia práctica del docente. Además, es importante anotar, que nuestra perspectiva sobre el lenguaje, la lectura y la escritura se inscriben en la tradición que concibe estos procesos como prácticas socioculturales, marcadas de modo fuerte por las condiciones socio - históricas de los grupos sociales que las desarrollan.
El enfoque

El enfoque de la sistematización es interpretativo, es decir, que va más allá de la descripción, teniendo presente estar haciendo permanente, y colectivamente, análisis e interpretaciones complejos (multicausales), a partir del reconocimiento de múltiples voces, objetivadas en artefactos (objetos del mundo material), enunciados (discursos, documentos, textos) y representaciones de los actores.

La sistematización implica, además del proceso de identificación, recolección organización y procesamiento de información, ir describiendo y a la vez explicando las condiciones de ocurrencia de aquello que se describe: la práctica marcada por las preguntas que movieron al docente, las trayectorias personales, académicas, de contexto, las políticas educativas, las regulaciones institucionales, el sistema de creencias, representaciones, los intereses pedagógicos, políticos y didácticos, entre otros aspectos, que inciden en la configuración de la práctica. La sistematización implica también reconocer las decisiones claves que se han tomado en la experiencia, los criterios, no sólo teóricos, desde los cuales se toman dichas decisiones. Todo esto con el fin de que el resultado no sea un texto plano, de corte meramente descriptivo / expositivo, sino que tome el tono de un texto analítico, interpretativo, ojalá con un componente crítico.

De otro lado, cabe indicar que en esta perspectiva, es importante identificar los obstáculos de la experiencia, las resistencias, no sólo institucionales y de contexto o aquellas relacionadas con los pares, y comunidad, sino también aquellas del mismo docente, con el fin de señalar cómo se asumen y/ o resuelven las mismas.

Consideramos clave en el proceso de sistematización, que quien la realiza (en este caso un grupo de investigación en diálogo con los/las docentes de educación básica) tenga presente que debe ir tejiendo explicaciones multicausales. No se trata de decir “se hizo esto, este es el propósito pedagógico, este es su fundamento teórico, estos son los resultados e impactos…”. Es necesario avanzar hacia algo como “mi punto de vista sobre esa teoría es este…, optamos por este enfoque por estas razones, nuestra posición frente a la enseñanza es tal…”. Podríamos decir, que se trata de ir avanzando en la interpretación para reconstruir no sólo la experiencia y sus resultados, sino sus condiciones de posibilidad y sus múltiples determinaciones.

Este enfoque toma distancia de la idea de réplica de la experiencia. Es decir, consideramos que no es posible transferir una experiencia de un lugar a otro en forma mecánica. La experiencia sistematizada de modo complejo, con perspectiva explicativa – crítica, la concebimos como un referente para otros docentes, como una matriz de análisis de la propia experiencia. Podríamos decir que buscamos que el lector se vea retrospectivamente a través de las categorías (ventanas) de análisis de la experiencia de otro. Sabemos que cada experiencia toma forma no sólo en atención a una perspectiva disciplinar o didáctica sino que está determinada por múltiples factores. Las trayectorias del sujeto que la implementa, su vinculación a grupos, redes, espacios de conversación serán determinantes. La reconstrucción crítica de la experiencia, desde este enfoque de sistematización, no pretende dibujar el camino de la réplica, busca ante todo, señalar las condiciones de su ocurrencia, condiciones que sirven de referencia para tensionar experiencias similares.

La práctica reflexiva

Consideramos que la propuesta de profesional reflexivo está encaminada a brindar herramientas conceptuales y prácticas para reflexionar sobre lo que se hace en el espacio educativo, con el fin de volver sobre ello y mejorarlo. Nuestra apuesta sobre sistematización, entendida como investigación en colaboración, está relacionada con las líneas actuales que consideran que sólo un profesor reflexivo puede transformar su contexto inmediato. En este punto seguimos autores como Schön (1998) y Perrenoud (2004), quienes han propuesto maneras de acercarse a la investigación desde la reflexión en y sobre la acción.

Desde comienzos del siglo pasado John Dewey hizo contribuciones fundamentales en función de la práctica reflexiva y fue uno de los primeros teóricos que consideró a los maestros como profesionales de la educación con la capacidad de desempeñar papeles muy activos en el desarrollo de los programas educativos. Pero es Donald Schön quien desarrollo de modo más sistemático el concepto de profesional reflexivo. Para Schön (1992) la posibilidad de reflexionar sobre la propia práctica es una condición para su transformación. La reflexión implica considerar los diversos factores que constituyen una práctica, los elementos que la conforman, que la obstaculizan, que la limitan y la potencian. Igualmente, la reflexión, entendida como una actividad permanente de análisis implica una actitud de humildad para tomar la crítica que necesariamente hará parte constitutiva de dicho análisis (Freire: 1990).

De otro lado, la reflexión debe realizarse de modo cada vez más documentado y organizado, de tal forma que se avance desde una actitud crítica frente a la práctica, hacia un proceso investigativo que permita reconstruir detalladamente la experiencia para aprender de ella. Así, la experiencia se puede considerar como una fuente de conocimientos.

Es necesario reflexionar y observar con todos los medios posibles, puesto que nos hallamos en una fase inductiva, en una lógica de descubrimiento, por oposición a una lógica de verificación. Una parte de los practicantes se deja atrapar por este juego y puede utilizar recursos que no deben nada a una formación metodológica específica, pero que reflejan sobre todo ciertas capacidades generales de observación, análisis, síntesis y argumentación (Perrenoud: 2004, p. 100).

La sistematización como investigación

Si consideramos la investigación como la actividad académica que conduce a la producción de conocimientos, y si tenemos en cuenta que esa actividad se realiza de manera sistemática y rigurosa a partir, en nuestro caso, del análisis de una práctica, en diálogo con ella, podemos considerar la sistematización como investigación si cuenta con ciertos niveles de sistematicidad y rigurosidad, y si es posible identificar en esos procesos las rutas que se siguieron para la producción de los conocimientos.

En esta perspectiva, la sistematización se puede considerar como un modo de investigar que parte de la reconstrucción de una práctica para identificar en ella sus rasgos constitutivos y las condiciones de su existencia. El proceso de sistematización debe poderse documentar y comunicar de manera detallada para reconocer en él las rutas y decisiones metodológicas que lo orientaron y para poder saber de dónde surgen los conocimientos que se derivan del análisis de la experiencia.

En este sentido, en un proceso de sistematización orientado a la producción de saberes sobre una práctica, no basta con registrar y describir, se requiere diseñar construcciones metodológicas consistentes y rigurosas que posibiliten descomponer y recomponer la experiencia, para avanzar hacia la formulación de hipótesis y marcos interpretativos de los fenómenos que emergen de dichos análisis. Así, los conocimientos derivados de la sistematización no se quedarán en meras caracterizaciones o valoraciones, sean éstas críticas o positivas.

Esta perspectiva sobre sistematización como investigación coincide con lo señalado por Cendales (1998), para quien uno de los elementos principales de la sistematización es su potencial para generar conocimiento sobre las prácticas escolares. Cabe señalar, que no basta con valorar el proceso de sistematización , resulta necesario asignarle un lugar al conocimiento generado por la sistematización. Es por esta razón que nos interesa posicionar una perspectiva sobre este proceso como una modalidad de investigación en colaboración con el estatus y el rigor de cualquier modalidad investigativa. También es importante mostrar las cercanías y distancias de esta modalidad investigativa, con otros enfoques de investigación en ciencias sociales, con los que se comparte el carácter crítico y reflexivo.

En este sentido señalamos que si en la sistematización se procede de manera rigurosa, es viable producir a partir de los procesos analíticos que operan sobre la información recogida, nuevas lecturas, nuevos sentidos sobre la práctica. Si bien es cierto, que la sistematización retoma las voces y los análisis de los actores implicados en la experiencia, esas voces entran en diálogo con otras voces, otras fuentes documentales, otras experiencias y el resultado de esos diálogos será la construcción de una nueva perspectiva sobre la práctica desarrollada. Esa posibilidad de extrañarse, de distanciarse de la propia experiencia es un factor que consideramos clave, en la medida en que abre vías para la eventual transformación de la experiencia y le otorga un carácter dinámico al proceso de sistematización, que implicará estar construyendo de manera permanente marcos interpretativos cada vez más sólidos y pertinentes, en función de los intereses de transformación de esa práctica.

Por otra parte, es importante destacar que dado el carácter situado de la sistematización, ya que se ocupa de una experiencia particular, ubicada en unas coordenadas espacio temporales específicas, es esperable que los conocimientos que se produzcan a partir de la experiencia sean pertinentes sólo para el contexto de esa práctica, para esas condiciones concretas en las que la trascurre o ha transcurrido. En este sentido, podemos afirmar que la sistematización como investigación en colaboración produce conocimientos, teorías o explicaciones locales. Esa dimensión local de los conocimientos es importante, en tanto se trata de conocimiento situado y pertinente. Sin embargo, no es despreciable la posibilidad de extrapolar ciertos principios y criterios que constituyen las prácticas, no con el ánimo de transferirlos a otros contextos, sino más bien, para avanzar hacia teorizaciones un poco más generales, sin pretensiones de universalidad ni con un carácter prescriptivo, pues como dice Perrenoud (2004) hay rasgos comunes a ciertas prácticas, y es posible caracterizar familias de prácticas. De este modo, no se estará haciendo sólo ciencia de lo particular.

Dadas las características de la sistematización como investigación que soportan nuestra postura, esta comparte elementos con otras perspectivas como la investigación-acción, la etnografía crítica y la recuperación de la memoria colectiva, pero a su vez tiene su propia identidad definida por su orientación explícita hacia la transformación, y no sólo como una alternativa de producción de conocimientos. Así, lo que tiene en común la sistematización con propuestas de investigación cualitativa “clásicas” no radica en su especificidad metodológica sino, más bien ese carácter crítico y comprometido con el cambio. De hecho, en atención a ciertas preguntas que guían la sistematización y en función de ciertos intereses analíticos, las construcciones metodológicas generalmente comparten procesos y técnicas investigativas provenientes de las ciencias sociales. Es el caso, por ejemplo, de la teoría fundamentada (Strauss & Corbin: 2002), perspectiva de investigación muy potente en las ciencias sociales, en la que el conocimiento es una resultante del análisis de la información cualitativa, sin partir necesariamente de modelos teóricos previos para avanzar en el proceso investigativo.


[1] Ideas desarrolladas por el Grupo de Investigación Pedagogías de la lectura y la escritura (Mauricio Pérez Abril, Zulma Patricia Zuluaga Ocampo, Ángela Patricia Vargas González, Milena Barrios Martínez, Patricia Niño Rodríguez, Maritza Mosquera, Catalina Roa Casas) de la Universidad Javeriana, en la producción de la Serie La sistematización como investigación: un camino para transformar la enseñanza.
Para citar:
Ramos, G.; Pérez-Abril, M.; Roa-Casas, C. (2009). Leer en voz alta en la educación inicial: una experiencia estética que estrecha los lazos entre el niño, el libro y la familia. Bogotá: Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP).

jueves, 18 de marzo de 2010

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