martes, 23 de marzo de 2010

PROBLEMÁTICA

LA ESCRITURA COMO UN OBJETO SOCIAL QUE SE APRENDE SOCIAL Y NO MECÁNICAMENTE.
La formación de lectores y escritores suele ser uno de los principales retos de la escuela, sin embargo, en torno al tema existen concepciones sumamente arraigadas en los actores (docentes y padres) de este escenario educativo, entre ellas el aprender mecánicamente el alfabeto antes que la función comunicativa de la escritura; la memorización de las sílabas en una secuencia en apariencia coherente (vocales,”m”, “p”, “n”…) que suele estar desligada de la cultura y es contraria al funcionamiento de la mente de los niños, mas ofrece la ilusión de avance para el docente que la ejecuta; y, finalmente, el entender las letras como un punto de llegada, pero no como el punto de culminación en la apropiación del código convencional de la escritura .
En la práctica de tales concepciones sobre el cómo enseñar a leer y escribir en los niños de los grados iniciales, suelen dejarse de lado preguntas de un valor importante que significan este proceso, por ejemplo: ¿Qué derroteros seguir para hacer la escritura necesaria ejerciéndola dentro de un grupo social, los niños en la escuela, propendiendo así por la construcción de ciudadanía? ó ¿De qué forma se dejan huellas importantes que permitan a un niño reconocerse como lector y escritor? Dichas preguntas adquieren relevancia, al entender a los niños como sujetos sociales y protagonistas de su proceso educativo.

Por lo anterior, la SECUENCIA DIDÁCTICA “¡FUERA DE AQUÍ, HORRIBLE MONSTRUOS VERDE!” se encuentra inscrita en la lógica de promover en el aula diferentes usos sociales de la escritura : la descripción, la información sobre un evento, la creación literaria, etc. Actividades en las que realmente la escritura circula y se vivencia, permiten efectuar acciones pedagógicas que tengan sentido para los niños.

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